Del embalaje de barquillos al embalaje de relojes de lujo: Koehler Paper vive la economía circular

La oblea italiana Loacker en papel de embalaje flexible de Koehler Paper lleva más de un año y medio en el mercado. Pero el ciclo de vida de este embalaje no termina en los residuos de papel tras su consumo. Gracias a su reciclabilidad certificada, la materia prima puede utilizarse una y otra vez: El embalaje de las obleas se convierte en papel reciclado de alta calidad en Koehler Paper, en Greiz. De este modo, Koehler Paper contribuye activamente a la conservación de los recursos y pone en práctica un ejemplo de economía circular dentro del Grupo.

El viaje de reciclaje comienza en Kehl am Rhein, donde Koehler Paper puso en marcha su máquina de papel más moderna hasta la fecha en 2019. Especialmente desarrollada para la producción de papel de embalaje flexible, aquí se crean alternativas de embalaje al plástico. En comparación con el plástico, el papel generalmente tiene una huella de carbono significativamente menor. Una de las razones es que casi ningún otro material puede reciclarse con tanta frecuencia. Incluso después de varios ciclos, se conserva la calidad de la materia prima secundaria.

Desde Kehl, el papel de embalaje Koehler NexPlus® Seal Pure MOB se envía al Grupo SIT en San Marino, Italia. Aquí se sigue procesando en un Doypack y luego se entrega a Loacker como embalaje secundario respetuoso con el medio ambiente. Una vez consumidas las obleas, el papel de embalaje se transporta a través de un sistema de clasificación de papel usado a una fábrica local de papel reciclado, por ejemplo a Koehler Paper en Greiz.

Los inicios de la producción de papel en Greiz se remontan a 1591. Hoy en día, los envases de Loacker tienen aquí una segunda vida, ya que todo el papel que se produce en Greiz está fabricado al 100% con materias primas de fibra secundaria. Gracias a la más moderna tecnología de teñido, los antiguos envases rojos de Loacker, por ejemplo, se convierten en un papel reciclado de color negro intenso que ha sido galardonado con la etiqueta ecológica «Ángel Azul» y la etiqueta ecológica de la UE.

Pero eso no es todo: el papel negro reciclado que se produce en Greiz sigue siendo procesado por un convertidor y llega finalmente al renombrado fabricante de relojes Mühle-Glashütte, en Sajonia. Allí encuentra un nuevo uso como elegante embalaje para relojes de lujo.

Este ejemplo de economía circular en acción muestra cómo pueden funcionar las soluciones de envasado sostenibles. Desde el papel de embalaje flexible hasta el proceso de reciclaje y la reutilización como producto de lujo, el embalaje de Loacker demuestra que el reciclaje y la alta calidad no son en absoluto mutuamente excluyentes.

¿Hemos despertado su interés? Entonces descubra todo el recorrido de los envases Loacker en nuestro vídeo adjunto.